sábado, 24 de enero de 2015

Ilegal

Además de ser una ciudad de contrastes en lo que a gente y perros se refiere, Bogotá es una ciudad en la que se ve que todo está creciendo y mejorando. Hay dinero, ilusión y ganas de hacer cosas nuevas.
Uno de los signos más evidentes, es que las esquinas de algunas calles hay personas pagadas por el Ayuntamiento con petos de “Bogotá Humana” que te informan de los cortes de las calles que se están asfaltando, las líneas de buses que se ven afectadas y te explican sin problemas los caminos que debes tomar para llegar a tu destino.  
Tanto Pietro (el alcalde de la ciudad que es de izquierdas) como el Presidente Uribe y ahora Santos (de centro derecha) se han propuesto regularlo todo y hacer de éste país, un país de primer orden.
Se han regulado los autobuses y se están eliminando las busetas (buses del año de la tana que paran allá donde les llames y van con la puerta abierta para que puedas bajarte en marcha), se han regulado los taxis, desde hace un mes se ha obligado a las empresas a ajustarse a la contabilidad internacional, se ha regulado la seguridad social de los autónomos y hasta están regulando los impuestos de las familias oligarcas. Pero este proceso, convive con la impunidad los puestos ambulantes, las tiendas en casas privadas, los niños desescolarizados de las zonas rurales, los limpiabotas, los colegios que no tienen los mismos calendarios escolares y los campesinos que pagan cuotas al narco o a la guerrilla.
Como sabéis, mi oficina, está ubicada dentro de la redacción de una gran agencia internacional.
Estamos situados en la séptima con sesenta y tres que es como si fuera... en Nuevos Ministerios… Orense con Raimundo Fernandez Villaverde.
Edificio Caracol Radio
El edificio es uno de los más seguros de todo Bogotá porque además de EFE, en las oficinas de enfrente (la parte B del edificio) está Caracol Radio (Comprada por Prisa hace unos años) por lo que cuando llegas tienes que ser olida por unos perros (son unos Golden preciosos que como están “trabajando” no puedes mimarles) , pasar el bolso por rayos x, registrar tu ordenador, dar tus datos, pasar por un torno con tarjeta y pasar la tarjeta para entrar en tu planta. Y al salir es lo inverso, pero sin que te huela el perro.
El edificio está enfrente de la Cámara de Comercio, y en el país del café, estamos enfrente del primer Sturbucks de Colombia que siempre está lleno.
Pues bien, esta mañana he llegado, he pasado todos los controles pertinentes y me he puesto a darle a la tecla…
Mi ordenador es español, me lo dieron en mi trabajo con programas de edición de vídeo y el pack office pirata, como el resto de los mortales de nuestro país. Tal vez el office no, pero os aseguro que no conozco a nadie que haya pagado alguna vez por el Premiere. (el programa de editar) .
A la media hora de estar concentrada en excels de presupuestos, han llegado tres señores encorbatados  y se han puesto a hablar con las de administración, 10 minutos más tarde, la Delegada (y lo pongo la primera con mayúscula porque la figura de delegado es como ser el emisario de Dios en el país de turno) ha entrado a mi despacho con cara blanca y me ha preguntado : ¿Tu ordenador tiene algún programa pirata? , ante su cara pálida y mirada desorbitada he tenido que decirle la verdad… TODOS, me ha ordenado que disimuláramos, que metiera todo en el bolso y me fuera de allí porque los hombres elegantes de la puerta eran tres jueces de no se qué departamento del Estado que venían a revisar todos los equipos uno por uno para buscar que no hubiera ninguna licencia pirata. Tenía 5 minutos porque les había retenido hasta que llegara su abogado y así el editor de fotos y yo nos pudiéramos ir.
He tenido que meter todo en el bolso sin apagar el portatil, salir corriendo y pasar todos los controles sin que nadie sospechara nada.
De repente me he visto en la calle por pirata entre un puesto ambulante de chocolatinas y un hombre que limpiaba botas (por supuesto ambos sin licencia, como yo).
Mi compañero, que tiene ordenador de la agencia ha bajado, dejándolo mientras los inspectores iban uno a uno, programa por programa, factura de compra por factura de compra y hemos trabajado en el Sturbucks de enfrente unas dos horitas...Cuando nos hemos aburrido hemos ido a la recepción de mi hotel, con mi ordenador pirata y mis licencias robadas.
A las 14.30 hemos podido volver… Pero el portátil de la agencia que usa mi compañero…había desaparecido…Creo que está confiscado...miedito me da volver mañana.

Es lo que tiene vivir en un país que se está construyendo… Que unas cosas se regulan… y otras no.



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